EL PEQUEÑÍSIMO PODER DEL HOMBRE.
El hombre poderoso y su bastarda conciencia será castigada, hoy, un minúsculo y casi invisible COVID-19 desafía su omnímodo y sátrapa accionar en contra del resto de la humanidad: "Eres un ser despreciable pero infinitamente pequeño ante el poder de la naturaleza, un mañana del día después del colapso histórico, económico y social, ése resto de la humanidad entenderá que el designio está de su parte.
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Escribo para mis ojos,
porque quiero ver más
allá del horizonte de
esta tierra.
Por el hombre dormido
sobre el cerro que sueña
el sueño de silfos que no
duermen porque están
custodiando las laderas.
Escribo por el hombre que
camina cabizbajo porque
le han robado el sueño en
los campos minados, porque
su sangre derramada sólo ha
servido para que germine el
odio en las praderas.
Escribo porque me duele la
indecencia que ha dejado que
se pudran los jazmines sembrados
más allá de los confines donde sólo
florecen los fusiles.
Por todo aquello que veo y me duele
de esta realidad, por la muerte que camina
al lado de los niños pobres, miserablemente
pobres y que no tienen derechos en la vida.
Son los pobres desplazados caminantes,
desolados, que vagan por la tierra sin que
importe que mueran o no mueran, da lo mismo...
Escribo porque me duele el alma,
por aquellos que no tienen esperanza,
por la miseria fecal de tanto odio,
por los que esperan promesas incumplidas,
sin techo y sin bienhechor arrimo.
Y a pesar de lo escribo nada cambia,
nada pasa en este mundo incomprendido,
y todo queda bajo la hojarasca putrefacta
de la vida.
Escribo porque soy poeta y me alimento
de palabras, es la única manera de seguir
viviendo en esta tierra...
