REMOLINOS
(BELTRÁN - RÍO CAUCA)
Rivera del río
Rivera del río
Las aguas sobre raudales
choca la peña hiere la roca
y sus aguas burbujeantes color
de sangre..., de sangre humana,
dolor y muerte.
Horadando su fino lecho del bello
valle baja el gran río y en sus entrañas
lleva los restos sin equipaje con muchos
días de sufrimientos, torturas, suplicios,
terror y martirio.
Son inocentes del Naya, los cadáveres de
Río Frío, los hombres de allá en Trujillo y
"La Sonora" asesinados a sangre fría quedan
flotando en el varadero del cieno fétido del río
Cauca y en sus faenas los pescadores lanzan
las redes, sólo sacan brazos y piernas que
pertenecen a no sé cuántos seres humanos
que allá en el valle fueron lanzados al río cauca.
Son los restos de miles hombres que fueron víctimas
del narcotráfico y desmembrados con motosierras
entre torturas, dejando huérfanos, madres y viudas
que reclamaron pedazos de vida y sus esperanzas
despedazadas.
En la estación donde el tren paraba,
¡Ah… muchos años! Sólo queda un
caserío de gente humilde rememorando
que en las entrañas el río Cauca llevaba
cuerpos descuartizados de miles de hombres,
que allá varados en remolinos entre sus redes
fueron sacados por pescadores.
choca la peña hiere la roca
y sus aguas burbujeantes color
de sangre..., de sangre humana,
dolor y muerte.
Horadando su fino lecho del bello
valle baja el gran río y en sus entrañas
lleva los restos sin equipaje con muchos
días de sufrimientos, torturas, suplicios,
terror y martirio.
Son inocentes del Naya, los cadáveres de
Río Frío, los hombres de allá en Trujillo y
"La Sonora" asesinados a sangre fría quedan
flotando en el varadero del cieno fétido del río
Cauca y en sus faenas los pescadores lanzan
las redes, sólo sacan brazos y piernas que
pertenecen a no sé cuántos seres humanos
que allá en el valle fueron lanzados al río cauca.
Son los restos de miles hombres que fueron víctimas
del narcotráfico y desmembrados con motosierras
entre torturas, dejando huérfanos, madres y viudas
que reclamaron pedazos de vida y sus esperanzas
despedazadas.
En la estación donde el tren paraba,
¡Ah… muchos años! Sólo queda un
caserío de gente humilde rememorando
que en las entrañas el río Cauca llevaba
cuerpos descuartizados de miles de hombres,
que allá varados en remolinos entre sus redes
fueron sacados por pescadores.