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martes, 10 de mayo de 2016

LA PAZ... ¿CUÁL PAZ?



LA PAZ... ¿CUÁL PAZ?



Ha pasado tanto tiempo desde que conozco la historia de mi país en el cual no haya existido un sólo día de sosiego y a cambio sí, se han dado sin tregua alguna, décadas de violencia enmarcada en la sevicia, la infamia y la ignominia llevada al extremo de la perversidad como constante de los actores comprometidos en socavar la institucionalidad de la nación.
Algo debe haber salido muy mal desde el comienzo y en sus inicios con la vida republicana, tan inícuo y perverso que en doscientos años de crueles episodios aún no hemos podido encontrar la forma de pacificar nuestra cruenta historia.
Dos centurias después somos más brutales e inhumanos, menos filántropos e igual de compasivos con nosotros mismos y lo digo así..., porque al destruir a los que no piensan como nosotros, estamos allanando el camino a la perversidad, a la no reconciliación y equivocando el destino a la transigencia y la compresión, que es al fin un buen camino hacia la paz.
Hoy el expresidente Álvaro Uribe Velez, director del partido Centro Democrático llamó a una resistencia civil en contra de los acuerdos de paz en la Habana, el disenso debe de tener cabida en este país y El y los que nos oponemos, estamos en todo el derecho de recurrir a esta figura jurídica y ciudadana, pero lo que creo que sí debería hacerse con tanto ahínco, sería una desobediencia civil contra las formas de gobierno cuyo nepotismo son heredadas décadas tras décadas y son las causantes de tanta desigualdad social en nuestro país.
Es una desgracia para toda Colombia que sean unos clanes familiares los herederos del poder y la democracia si es que la hay..., la envuelven en una frágil telaraña de corrupción con sofismas de igualdad y equidad.
Y así, de esta manera, es como buscan hacer la paz en la patria, ¿ Qué importancia podrá tener para esta clase dominante la desigualdad, si los prominentes son cada vez más poderosos y los pobres más mediocres e insignificantes?
Y los que luchan por estas causas reclamadas por el pueblo son otra mafia de comunistas maquivélicos obsoletos y oportunistas que continuamente está inventando utopías para atravesarse como una vaca muerta en el desarrollo de la nación 
¿Puede haber un verdadero cambio social si los que están decidiendo en la Habana el futuro de la nación destripando la constitución al arbitrio procaz y deshumanizante, son unos pseudo-intelectuales retrógrados Marxistas - Leninistas?
Por todas estas razones jamás puede llegar la paz a Colombia, claro está..., que si llaman paz al espurio proceso de la Habana, entonces nuestro pueblo estoicamente tendrá que aceptar la imposición con todos los sapos incluidos y reclamar como beneficio insoslayable que esta es la paz que necesita Colombia, y luego los arribista y nihilistas anquilosados en todos los rincones malolientes de esta estúpida democracia gritarán... ¡viva la patria, viva la paz...!
¡Vaya torcido! La historia se repetirá una y mil veces más, solo por causas ajenas a la legalidad se le rompe el cuello a la ley, buenos son los procesos espurios..., ¡Qué importa! lo que prevalece es la paz, bien inalienable de la humanidad..., ¿Paz, sin verdad, justicia y reparación?
Veremos pues que le queda a esta sufrida patria, que pasará cuando los asesinos-narcos, los alias "timochenkos - márquez" y demás bárbaros criminales sean requeridos por la Corte Internacional de Justicia, (CIJ) por los crímenes de guerra y de lesa humanidad cometidos a lo largo de sus inhumanas carreras narco-terroristas.
Así... Colombia nunca conocerá la tan anhelada paz, porque la historia se irá repitiendo con distintos actores ilegales y del estado, distintos transgresores y violadores de derechos humanos e iguales castas mafiosas del poder que junto con todos sus áulicos se repartirán la nación década tras década en los próximos doscientos años, sin importar la paz... ¡Cuál paz?