REFLEXIÓN DE SEMANA SANTA
Somos seres humanos que sobrevivimos en un mar de tempestades, nada es fácil en este hermoso Edén que Dios dispuso para nuestro regocijo, sobrevivir, es la lucha diaria de todo lo que tiene vida, desde la más insignificante criatura, hasta el mismo hombre como ser superior en este reino, somos el homo sapiens, ser depravado que subyace sobre su propia ruindad, desde que nacemos hasta que abandonamos éste planeta verde estamos en función del mal contra nuestro entorno, somos depredadores por concepción y dañinos por formación, contaminamos un mundo palpitante de vida por todas partes, luchamos a dentelladas como ratas hambrientas para lograr sobrevivir en un espacio cada vez más pequeño. "VERDE TE QUEREMOS VERDE", nuestra ONG es testigo de la degradación del hombre, de lo fácil que se volvió matar (al hombre mismo y a la naturaleza), guerras para expoliar y explotar al más débil, el afán mercantilista y la carrera hacia final; el hombre pervierte e infecta con toda su capacidad su propio entorno, desde la pequeña parcela hasta la inmensidad de su ambición que no tiene límites; las puñaladas al alma de nuestra madre tierra buscando su sangre para saciar la soberbia y su infinita ambición de poder, el hombre, el dictador omnímodo que cree tener licencia para cambiar el rumbo de la vida con todas las manifestaciones de la tecnología, pero muchas veces mal aplicada. ¡Después del día después...! Un pequeño punto azul en el lejano horizonte del espacio de la Vía Láctea cambiará de color, su azul intenso desaparecerá y se confundirá con el matiz gris de un cubo de hielo tan fugaz, como cualquier gigante meteoro de esta infinita galaxia.
