EL BUEN AMIGO
El buen amigo es como el agua,
que anega, permea y salta según
el terreno por donde discurre,
si hay cavidad la llena de confianza,
si aumenta su caudal, olvida las orillas
y llena de quietud su espacio al rededor,
si el suelo es poroso lo trasciende de
comprensión e igual corre por el lecho más
sólido para darle firmeza y esperanza/
Los buenos amigos son pocos, pero grandes
maestros que Dios nos regala para ayudarnos
a pensar sobre la corriente de nuestra propia
existencia que como el agua tiene en el fluir,
en el cambiar sus saltos repentinos, sus raudales
de miedo de ira y dolor.