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miércoles, 15 de marzo de 2023

 MONÓLOGOS

Belalcázar, marzo 14 de 2023
Hoy, catorce de marzo, bajo una rara inquietud y un frío intenso que cala los huesos, me extrañan las cosas, un súbito abismo me separa de la razón, me desconozco, y a duras penas soy capaz de pensar, me refugio en el color gris ceniza del cielo de invierno, de este cielo que me cubre con su indiferencia, cuando apenas ayer iluminaba los caminos abiertos hacia mí. Nada hay atrás que implique una atadura, quizás es la memoria de esta angustiosa senectud que no alcanza apreciar un olor, o un color indefinido; no sé qué me pasa, creo más bien que es la absurda nostalgia que aparece cuando me atrevo a desconocer sus límites inciertos. Pienso que estoy viejo y cansado, y que no he querido aceptar mis limitaciones, también me sucede qué, me he manipulado yo mismo creyendo ser lo que no pude ser. Salgo al balcón de la casa con una taza de café caliente, y a lo lejos, distingo a tres pájaros amarillos atacando un aguilucho, él, tranquilo, abandona la escena como si nada hubiera pasado, de inmediato me doy cuenta que ese aguilucho soy yo atacado por mis propios egoísmos; cae el atardecer y comienza a llover, un falso sol se pierde entre las negras nubes, pienso de nuevo, e inicio un bello monólogo llamado poema...


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Yhezzo Fheerr, Paola Andrea Giraldo Herrera y 12 personas más

 

DESAGRAVIOS

El mejor hábitat está en mí ser interior, ese maravilloso universo que es como una especie de ”fortaleza inexpugnable” en el cual habita mí pensamiento, allí, puedo interactuar conmigo mismo millones de veces por segundo; ahí, se encuentran mis ángeles que puedo crear y “descrear”, moldear, soltar, o apagar hasta encontrar la esencia que nutre mis escritos. He querido muchas veces abstraerme de lo que sé, me ha hecho mucho daño, aislarme y alejarme un poco de un concepto que aún no logro entender por su definición, malinterpretación, y manipulación, me refiero a la política […] __ Ayer, 14 de marzo, escribí un texto donde yo mismo me reprochaba la forma de actuar, de pensar, y de escribir, olvidando lo que soy: “Bajo una rara inquietud me extrañan las cosas, un súbito abismo me separa de la razón, me desconozco y a duras penas soy capaz de pensar” […]. Hoy, para mí, este poeta solitario, pedirá al cielo que vuelvan a brillar las estrellas en medio de la noche, las buscaré, las hallaré y contaré una a una, las llamaré, y les gritaré: ¡Aquí estoy de nuevo! Dejaré que la fría lluvia de este pueblo refresque mí rostro, penetre por mis ojos y apague para siempre el rescoldo de las desavenencias que habitan mí corazón, solo para mí, para este solitario poeta, disfrutaré volver a colorear las nubes que deambulan libres por el inmenso cielo del “Balcón del Paisaje”, mía volverá a ser “la Granja De Dios”, mías las conversaciones con la tierra, míos los cilantros y siemprevivas, las bellas caracolas, y el bravo escorpión amenazando mis manos tras las piedras, mío el horcón donde descansa mí brazo después de cada siembra; mío lo que no tiene dueño: Como el voraz ocaso del atardecer sobre el Tatamá, reclamaré como mío el canto de los pájaros que se fueron y sé que regresarán, mía también mi patria ojalá iluminada en el futuro, mío el anhelo de amor, de paz, y libertad, no quiero de nuevo volver a extraviarme por los vericuetos de la incomprensión y el odio, solo anhelo seguir siendo el poeta querido de este pueblo. Pido con el corazón despojado y con mí libre arbitrio a todos mis amigos, a los que a diario leen mis líneas y a todos aquellos que por una u otra razón, con certeza o sin ella he agraviado, olvidar ese incomprensible instante, y que volvamos a estrechar nuestras manos para siempre.